empezar un discurso: el tema

“Tengo que dar un discurso, así que debería de pensar cómo lo voy a empezar.”

¡Mal!

Si tienes que dar un discurso, deberías de pensar en lo que quieres decir.

No es lo mismo hablar que decir algo. Se habla de un “tema”, se dice un “mensaje”. Y este es un punto esencial en todo discurso. Te puedes pasar horas hablando de un tema, pero ¿qué has querido decir? Ahí está la esencia del discurso: el mensaje, lo que quieres transmitir, lo más importante que vas a decir, con lo que se va a quedar el público.

Estructura del discurso

Por ahí se empieza a pensar en un discurso. Después deberías de pensar en su estructura, en cómo organizar lo que vas a decir y ahí, te recomiendo que uses la técnica PND: Presentación, Nudo y Desenlace.

Y, ahora sí, ahora puedes pensar en adornos que hagan tu discurso diferente y que se recuerde.

Entre esos adornos está la forma de empezar.  Vamos a ver 7 trucos que hacen que funcione la magia de hablar en público.

El tema: “Los teléfonos móviles en las reuniones”

El mensaje: “Las reuniones sin teléfonos, gracias”

discurso

7 trucos para empezar tu discurso

Primer truco. El mensaje directo.

¡Hola, buenos días! Seré directo: Las reuniones… sin teléfonos. Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Segundo truco. La pregunta retórica.

¡Hola, buenos días! Las reuniones… ¿son efectivas con teléfonos sonando cada diez minutos? Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Tercer truco. La controversia.

¡Hola, buenos días! Las reuniones… ¿Con o sin teléfonos? ¿Están a favor o están en contra? Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Cuarto truco. Un dato.

¡Hola, buenos días! El 86% de las personas consideran que es de mala educación atender llamadas de teléfono en reuniones y para el 83% es la mayor queja que tienen respecto a sus compañeros de trabajo. Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Quinto truco. Una cita.

¡Hola, buenos días! Decía Charles Darwin que “un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida”. El tiempo es vida y de tiempo vamos a hablar: el tiempo en las reuniones. Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Sexto truco. Una anécdota.

¡Hola, buenos días! Miren, tengo reuniones casi todos los días. Recuerdo la primera vez que me sonó el teléfono en una reunión. Pedí disculpas, pero no sabía si colgar, contestar, dejar que sonora o… como me dijo mi compañera Ana, ponerlo en silencio. Lo puse en silencio y al poco, me llamaron de nuevo. El caso es que en el modo silencio se activa el vibrador y empezó a moverse por la mesa. ¡Menudo ruido! Pedí disculpas, de nuevo… y esta vez fue mi compañera Ana quien lo cogió y lo apagó. No sabía si lo que había hecho Ana estaba bien o mal, pero la verdad es que no volvió a sonar mi teléfono y no tuve que pedir más disculpas durante la reunión.

Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Séptimo truco. Una imagen

¡Hola, buenos días! (De fondo una imagen de una señal de prohibido móviles) Si queremos que las reuniones vayan sobre ruedas, hay que respetar las señales. Estamos en unas jornadas de cómo ser más productivos y me han invitado para bla bla bla.

Ya sabes, si quieres que funcione la magia de tu discurso, usa uno de estos trucos (y las reuniones sin teléfonos, gracias).

 

Grupo Dictea.

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