Inteligencia sexual
¿Te has preguntado alguna vez si tienes inteligencia sexual?
En la actualidad estamos viviendo un gran cambio, estamos viviendo una época de transición a muchos y diversos niveles. Los grandes cambios producen crisis y tránsitos hacia un futuro nuevamente estable.
Nuestra civilización está en crisis y este cambio cultural podría compararse a nivel social, por su magnitud y lo que representa, con la crisis producida por los cambios de la pubertad y la adolescencia a nivel individual. Ambas situaciones son el resultado de un largo proceso evolutivo, histórico y biográfico.
En los últimos años se habla mucho de la sexualidad de los jóvenes, también se dice que no se lee, que hay demasiado tiempo de ocio, que no hay comunicación y que hay mucha irresponsabilidad. Pero esto mismo es lo que se dice desde siempre generación tras generación de la juventud.
No obstante, es cierto que la sexualidad de los adolescentes y jóvenes está cambiando mucho. Hay mucha más información pero también mucha desinformación, esto es lo que está haciendo que cada vez se adelante más la edad de los primeros contactos sexuales.
La educación sexual es algo imprescindible para el ser humano. Somos sexualidad desde que nacemos hasta que morimos, ¿cómo no va a ser necesaria?
Desde que nacemos somos personas sexuadas (con órganos sexuales), y por tanto, tenemos una sexualidad propia, individual e intransferible lista para desarrollar y expresar cómo nos sentimos con respecto nosotros mismos (identidad y expresión de género) y de qué manera nos relacionamos y creamos vínculos afectivos con el resto de personas (orientación sexual).
Por lo tanto, todos somos sexuados y no podemos no serlo. Cada uno, niño o niña, chica o chico, varón o mujer, joven, adulto/a, independientemente de la raza y condición psíquica o física, todos somos sexuados y tenemos sexualidad. Cada uno a su modo y manera, con sus manías y peculiaridades personales que vamos desarrollando y expresando como podemos y como nos gusta a lo largo de nuestra vida.
En la actualidad, parece que tenemos un poco de lío con tanta información sexual como recibimos. Cada día hay más publicaciones sobre el sexo y la sexualidad. El sexo vende y la prensa, la televisión y los medios de comunicación lo saben. Internet ha encontrado en este tema un filón, que desafortunadamente no educa, sino todo lo contrario. Y las noticias que recibimos relacionada con lo sexual, la mayor parte de las veces son noticias negativas que hablan de conductas peligrosas y reprobables, a veces son noticias tan feas que pueden llegar a producir miedo y entonces la sexualidad se nos presenta morbosa, negativa, peligrosa o repugnante. Y nada más lejos de la realidad.
Por eso, ahora más que nunca, debemos estar bien informados y formados, para llegar a ser personas con alta inteligencia sexual.
Pero, ¿qué eso de tener inteligencia sexual?, ¿qué implica ser una persona inteligente sexualmente hablando? Vemos a continuación algunas de las características más importantes:
- Tener la capacidad para saber adaptar mente y corazón al desarrollo y envejecimiento del cuerpo y aceptar que la sexualidad cambia con el tiempo y la edad.
- Saber manejar el cuerpo y su respuesta sexual siendo consciente del propio cuerpo.
- Conocer los gustos propios, lo que se desea en la vida sexual y lo que no se desea.
- Saber respetarse a uno mismo/a y sus decisiones y respetar a los demás y la de los demás.
- Valorar la vida sexual, dedicarle tiempo y darle la misma importancia que a otros ámbitos de la vida como la familia, los hobbies o el trabajo.
- Saber recibir y dar placer en caso de desear recibirlo y darlo.
- Hablar con naturalidad de sexo.
- Entender que somos sexualidad porque este es un aspecto más de nosotros/as mismos/as como, por ejemplo, la personalidad.
- Reestructurar la mente para descartar estereotipos, mitos, creencias e ideas preconcebidas respecto al sexo. Es sentirse positivo/a y libre cuando se expresa la sexualidad en cualquiera de sus facetas.
- Es tolerar la expresión sexual de los demás.
- Es explorar el propio cuerpo sin vergüenza o sentimiento de culpa.
- Es descubrir lo que nos satisface sexualmente y comunicarlo a la pareja.
- Es conocer dónde están los límites y practicar sexo seguro, saludable y ético.
- Pensar en el propio placer teniendo en cuenta el de los/as demás.
- Vivir el “aquí y ahora”.
Tener en cuenta estos puntos es el principio para aceptar y vivir la sexualidad de una forma positiva y libre de estereotipos y estigmas sociales. Te animo a que revises si estás siendo inteligente sexualmente hablando.
Psicóloga de la Salud de Grupo DICTEA
Fuentes: “Inteligencia sexual”, María Esclapez y “Sexualidad y juventud”, Rosa Abenoza.
En los últimos años se habla mucho de la sexualidad de los jóvenes, también se dice que no se lee, que hay demasiado tiempo de ocio, que no hay comunicación y que hay mucha irresponsabilidad. Pero esto mismo es lo que se dice desde siempre generación tras generación de la juventud.