Sentirse seguro es necesario para una vida saludable

La vida es dinámica, está en constante cambio y eso implica que no tenemos la certeza de lo que va a ocurrir; podemos vislumbrarlo con la información que tenemos y nos llega del exterior, pero nunca vamos a tener la certeza absoluta de lo que va a pasar.

A lo largo de nuestra existencia transitaremos por épocas en las que nos sentiremos más seguros y por épocas en las que menos; lo que sí es cierto es que los seres humanos necesitamos sentirnos seguros la mayor parte del tiempo para percibir que estamos bien. La percepción de nuestro bienestar viene determinado en gran medida porque nos sintamos seguros.

Las personas nacemos dependientes y con necesidad de protección y luego tenemos que entrenar mucho para ser autónomos y gestionar nuestra vida de manera óptima. Sentir incertidumbre es normal, forma parte del camino; pero esa falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo nos crea cierta inquietud que mantenida nos puede hacer sufrir.

La seguridad en nosotros mismos, la confianza en los demás y en la vida en general va a depender de muchos aspectos, entre ellos: nuestra crianza y educación, la autoestima que hayamos ido creando, nuestros vínculos con los otros, nuestro desarrollo profesional, nuestras aficiones.

Sentirnos seguros necesita de un trabajo personal concienzudo que nos permitirá vivir esta vida con mayor capacidad para sorprendernos sin la necesidad de quererlo controlar todo por miedo a lo que queda por venir, y con la confianza de que todo irá bien y si no, tendremos los recursos para afrontarlo de la mejor manera posible.

Os dejo a continuación 10 tips para mejorar esa seguridad que a veces no tenemos o hemos perdido.

  1. Bucea en tu mundo interior y descubre aquello que te motiva, te entusiasma y te gusta, después no dejes de cultivarlos.
  2. Trabaja con lo que dependa de ti. Piensa en lo que puedes hacer y en lo que tienes influencia para cambiar.
  3. No esperes agradar a todo el mundo, ni es posible ni es necesario.
  4. Desarrolla tu autoestima, nunca es tarde para ello.
  5. Piensa en positivo, merece mucho la pena. Todo cambia desde un prisma más optimista.
  6. Pon el foco en las soluciones y en avanzar. Preocuparse no es eficaz.
  7. Mejora aquello de ti que pueda proporcionarte más bienestar, siempre desde la aceptación.
  8. Desarrolla la empatía, el agradecimiento, la compasión.
  9. Sal de vez en cuando de tu zona de confort y experimenta situaciones nuevas (algún hábito, algún nuevo aprendizaje,…).
  10. Toma conciencia de tus logros y valóralos por pequeños que sean.

Recuerda que la seguridad no es un estado permanente, es por ello que te recomiendo que estés atento para que tomes conciencia del momento en el que estás (mayor inseguridad, miedo a la incertidumbre), lo aceptes y a partir de ahí te cuides para no perderte en el malestar que conlleva sentirse así.

 

Ángeles Benítez Rey

Psicóloga de la Salud- Grupo DICTEA

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