Todo lo que debes saber en cuanto al trastorno obsesivo compulsivo
Puede ser que algún amigo/a con esta expresión te hable de amores idealizados, o familiares que no pueden parar de pensar en su serie favorita o tu vecino que tiene su casa entera llena de banderas del Betis, pero lo cierto es que esta expresión se está normalizando en nuestro lenguaje diario.
¿Cuántas veces has escuchado la expresión “Estoy obsesionado/a”? Una solución al trastorno obsesivo compulsivo
Utilizamos “Estoy obsesionado/a con…” para referirnos a que nuestra atención está gran parte del tiempo centrada en algo, pero lo cierto es que, las obsesiones patológicas van mucho más allá de solamente interés o preocupaciones por problemas de la vida cotidiana.
Las obsesiones y la relación con el trastorno obsesivo compulsivo
Las obsesiones son pensamientos, ideas, impulsos o imágenes que aparecen de forma intrusiva y persistente que, frecuentemente, generan ansiedad o malestar en la persona que las sufre.
Ten en cuenta que las obsesiones no siempre resultan fáciles de identificar, sino que, pueden tener un contenido impreciso o confuso, lo que dificulta aún más su percepción.
¿Y qué tipos de obsesiones existen?
Contaminación: La persona tiene miedo a contagiarse o sufrir consecuencias por el contacto con personas, sustancias, bacterias, etc. Ejemplo: «Me voy a contagiar si toco ese pomo de la puerta» «Seguro que he tocado algo sucio por el camino»
Orden: La persona piensa que todas las cosas tienen que estar en un sitio concreto, o bien, piensa que debe realizar las cosas de una forma determinada. Ejemplo: «Tengo que tener la estantería con los libros ordenados por tamaño» «Debo comprobar que he dejado las llaves en su sitio»
Religión: La persona siente miedo por hacer algo que ponga en duda su creencia o sus buenas acciones frente a Dios. Ejemplo: «Estoy dudando si existe Dios…”
Muerte o daño: La persona siente miedo de hacer daño a otras personas o a sí misma. Ejemplo: «Ver un cuchillo y pensar a ver si voy a clavárselo a mi hermana»
Sexuales: La persona siente miedo a hacer algo sexual fuera de control. Ejemplo: «A ver si voy a forzar sexualmente a alguien»
Acumulación: La persona siente miedo por tirar algo que tenga valor o a ser pobre. Ejemplo: «Voy a guardar esto no vaya a ser que lo necesite o a ver si va a ser importante»
Estas obsesiones, como se ha explicado anteriormente, generan gran malestar en la persona, pudiéndose manifestar con sintomatología ansiosa. Por ello, las obsesiones se intentan neutralizar. ¿Cómo? Pues se realizan conductas para bloquearlas provocando así, sensación de falsa seguridad. Estas conductas son las llamadas compulsiones.
Y, ¿qué son realmente las compulsiones?
Las compulsiones son conductas que la persona lleva a cabo para neutralizar o bloquear las obsesiones para reducir el nivel de ansiedad que éstas le provocan.
Es importante saber que, al comienzo del Trastorno, se niega, rechaza, e incluso se intenta resistir a las compulsiones, pero finalmente se termina cediendo por el nivel tan alto de ansiedad que provoca el no hacerlo. Por ello, las personas con este trastorno, terminan incorporando las compulsiones en su rutina, de forma que se habitúan a llevarlas a cabo sin resistencia, evitando así la ansiedad de no realizarlas.
A continuación, te mostramos el círculo o bucle por el que se retroalimenta el Trastorno Obsesivo- Compulsivo. Ilustrado con un ejemplo de TOC de Contaminación definido anteriormente
¿Cómo afecta este círculo vicioso en la vida de las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo?
Pues, como puedes suponer, este bucle genera un malestar muy intenso, una ansiedad elevada e incluso puede llegar a desencadenar un Trastorno de Depresión o Ideas Obsesivas de Muerte en las personas que lo sufren, por ello, te dejamos aquí algunas pautas a realizar si tienes relación con una persona con Trastorno Obsesivo-Compulsivo.
- No le juzgues
- No le digas que exagera
- No interrumpas sus compulsiones, puede crearle mayor miedo si no las ha hecho como cree que debe hacerlas. Espera a después.
- No ridiculices sus compulsiones, la persona no quiere hacerlas, pero sufre un gran malestar si no las hace.
- Permite que se exprese libremente para facilitar el desahogo emocional
- No le hagas sufrir ej. desordenando sus cosas o tosiendo a su lado, para esa persona es muy doloroso sentirse así.
- Ayúdale a buscar ayuda profesional.
Por último, si te sientes identificado/a con este artículo sobre trastorno obsesivo compulsivo, acude a un profesional de la Psicología que te ayude a mejorar tu calidad de vida.
Cuida de ti. No dejes ser feliz para después.
Pilar López.
Psicólogas de Grupo Dictea