La Autoestima

¿Qué es la autoestima?

La autoestima implica todos los sentimientos, opiniones, sensaciones y actitudes respecto a nosotros mismos que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida.

El concepto puede sonar un poco abstracto y no siempre es fácil definirlo. Para intentar crear este concepto es necesario saber que la autoestima implica muchos otros conceptos tal vez un poco menos abstractos. Entre ellos se encuentran la forma en que nos valoramos (autovaloración), la autoaceptación, el autorespeto, la autoconfianza y el autoconcepto. Todos ellos forman nuestra autoestima y es importante que los cuidemos y alimentemos.

Autoestima

¿Cómo afecta la autoestima a la forma de relacionarnos?

Imaginemos nuestra autoestima como un gran jardín. Todos los componentes antes nombrados serían las plantas que forman el jardín. Para que éste se encuentre sano y hermoso es necesario que, como jardineros, prestemos atención a cada una de las plantas y las ayudemos a crecer regándolas y abonándolas. Solo de esta forma podremos tener un bonito jardín.

Con esta metáfora se muestra la importancia que tiene el cuidar cada uno de los componentes que forman la autoestima. Por ello, para trabajarlo, en primer lugar, hay que prestar especial interés en la forma en que nos hablamos a nosotros mismos. El lenguaje interno que utilicemos tiene relación con el autorespeto y la autoaceptacion, y es por ello por lo que es importante que el lenguaje que utilicemos sea respetuoso y cariñoso.

Por su parte, la autoconfianza y la autovaloración van a tener una relación estrecha con el autoconcepto. El autoconcepto es la imagen que tenemos formados de nosotros mismos, por lo que afectará a sí nos vemos capaces o no de enfrentarnos a las  diferentes situaciones que se nos presentan en el día a día

(autoconfianza) y, a su vez se verá afectado por la forma en que valoramos lo que hacemos y lo que recibimos de nuestras acciones (autovaloración).

Pero, ¿de qué forma nos afecta la autoestima a la hora de relacionarnos con los demás?

Los niveles bajos de autoestima disminuyen la capacidad para enfrentarnos a los problemas con efectividad, nos incita a evitar compromisos y a no adquirir nuevas responsabilidades. Al no confiar en nuestras capacidades personales difícilmente nos fijamos metas y aspiraciones propias. Nos sentimos aislados, confundidos, asustados, tensos, incomprendidos, decaídos y pesimistas. Todo ello nos lleva a evitar relacionarnos con nuevas amistades con las que aún no tenemos una relación de confianza plena, pero además también afecta a las relaciones de confianza puesto que nos hace más susceptibles a la crítica y a las

recomendaciones que puedan darnos, pensando que no nos ven válidos o capaces de resolver conflictos o que no aceptan la forma en la que actuamos.

Por ese motivo es importante trabajar en conocernos, saber cuáles son nuestras virtudes y también aquellas áreas que más nos cuestan para poder trabajar en ellas y fortalecerlas

A continuación os dejo algunas sugerencias para fortalecer la autoestima:

  • Mantén un diálogo interno desde el respeto y el cariño.
  • Acéptate tal y como eres.
  • Asume la responsabilidad de tus propios actos desde la aceptación de las experiencias a las que te enfrentas, sabiendo que has actuado respetando tus principios y creencias.
  • Ten claras tus próximas metas a batir y pasa a la acción. Aunque pueda darte miedo lo desconocido es importante entender que el miedo es una emoción básica que se activa ante algo nuevo y desconocido. No debemos dejar que nos paralice. Solo actuando para conseguir nuestras metas aumentamos y fomentamos la autoconfianza.
  • Sé íntegro, actúa conforme a tus principios y creencias.

Confía en ti, trabaja para ser tu mejor versión y, sobre todo, no olvides hablarte con todo el cariño con el que hablarías a tu mejor amigo.

 

Rocío es de la Cruz Charro.  Psicóloga

Ángeles Benítez Rey. Psicóloga, Neuropsicóloga y Logopeda
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