Separación de pareja: cambios en la estructura familiar

Hay muchas circunstancias que provocan cambios en la estructura de la familia y que tienen implicaciones directas sobre nuestros hijos. La vida está llena de cambios a los que hay que saber adaptarse, y es responsabilidad de los padres ayudar a los más pequeños a afrontar la situación de la mejor manera posible. En esta ocasión nos centraremos en la más frecuente en nuestra realidad social: la separación de los padres como pareja.

En la actualidad, existen cada vez más rupturas de pareja, y esto conlleva un cambio estructural de la familia. Cuando hay hijos, es normal que éstos sufran un periodo de adaptación que les provoque cierta angustia a lo desconocido y que les genere algún estrés.

La separación de los padres como pareja es una experiencia dolorosa y estresante para los hijos. La respuesta de ellos a esta nueva situación dependerá sobre todo de la edad y de cómo se gestione la separación (acuerdos y educación una vez separados).

Es fundamental favorecer una adecuada adaptación para que el niño se desarrolle de manera sana. La familia toma una nueva forma, los padres dejaran de convivir juntos y los hijos necesitan ajustarse y habituarse a la nueva situación, es por ello que los adultos deben afrontarla de manera madura y responsable para evitar consecuencias negativas que puedan influir en su maduración emocional posterior.

Tomar la decisión de separarse no es fácil, es un acontecimiento vital estresante para todos, para padres e hijos, y es inevitable que existan consecuencias emocionales; pero es importante saber que la manera en que se lleva a cabo la separación es decisiva para que estos daños se minimicen. Si existen conflictos entre los padres el perjuicio será mayor para los hijos y para ellos mismos.

Cómo responden los niños ante la separación de pareja

Algunas de las respuestas más frecuentes son:

  • Perciben la separación como algo temporal y fantasean con la posibilidad de la reconciliación de los padres.
  •  Se pueden culpar y pensar que ellos son los responsables de la separación.
  •  Pueden aparecer problemas de conducta.
  •  En ocasiones, se producen regresiones a etapas evolutivas anteriores: se vuelven a hace pis, hablan mal, no quieren dormir solos,…
  •  Surgen alteraciones emocionales: ansiedad, tristeza, somatizaciones.
separación de pareja

Separación de pareja: cuándo contárselo a los hijos

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta son:

 

  • Si la pareja está teniendo problemas y hay un ambiente familiar tenso es conveniente contárselo a los hijos, ya que estos suelen tener datos y pueden sentirse culpables o hacer sus propias interpretaciones.
  •  La decisión de separarse la deben tomar los padres, nunca se les pedirá opinión a lo hijos acerca de si deben separarse o no.
  •  Cuando los padres ya tengan tomada la decisión de separarse y falte poco tiempo para que uno de los progenitores se vaya a ir de casa, hablarán con los hijos y les contarán la decisión tomada.
  •  Estarán presente los dos, el padre y la madre; y tendrán una actitud serena en el momento de comunicárselo.
  •  Expondrán el tema como una decisión consensuada, en un tono de voz tranquilizador y cariñoso.
  •  Dirán lo mucho que les quieren y que lo ocurrido no tiene nada que ver con lo que sienten por ellos.
  •  Se hablará en general, sin entrar en detalles. No se contarán los motivos (peleas, terceras personas,…).
  •  Acogerán las emociones de los niños y escucharán lo que tengan que decir. Dejarán que se expresen, ya que esto les ayudará a entender mejor la situación.
  •  Explicarán los cambios que se van a producir en su vida diaria. Es aconsejable que los cambios sean los mínimos posibles (casa, colegio, actividades extraescolares, parques, amigos,…).
  •  A partir de este momento, es conveniente tratar el tema de manera abierta, que no se convierta en un tabú.

Algo que debemos tener siempre presente es que la separación de la pareja nunca debe implicar la separación de los padres. Estos roles les acompañarán el resto de sus vidas y si no son capaces de relacionarse y comunicarse por sus hijos, éstos pueden sufrir la sensación de abandono de las funciones que como progenitores les corresponden.

 

Grupo Dictea.

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