La importancia del sueño en los niños
El sueño infantil del niño y sus alteraciones constituye en muchos casos un difícil reto al que tenemos que enfrentarnos los padres. Cómo, dónde y cuánto debe dormir el niño son cuestiones importantes que van a influir en como los padres van a vivenciar sus primeros meses y años de paternidad.
Esta tarea conjunta padres-hijos es tanto más eficaz y sencilla cuanto más se tienen en cuenta los patrones y las necesidades naturales de cada niño en particular.
Un importante número de ellos (entre el 15 y el 30%) sufren problemas del sueño infantil. Muchas de estas dificultades desaparecen con el tiempo. Sin embargo, hay ciertos factores inherentes al propio niño o al ambiente que favorecen su permanencia a lo largo de toda la infancia e incluso en la edad adulta.
En la actualidad, disponemos de muchas estrategias que nos permiten tratar estas situaciones y evitar sus consecuencias diurnas. Si bien, es importante que los problemas del sueño reciban el tratamiento adecuado, la estrategia más efectiva es prevenir desde los primeros días de vida.
Claves para procurar un buen sueño a los niños
El buen dormir de los niños es el resultado de la combinación de tres elementos:
1.Las leyes biológicas que regulan el sueño de los seres humanos. Aquí, evidentemente, los padres tenemos muy poco que decir.
2.La estrecha relaciónque establecen los niños con la persona o personas que les cuidan desde los primeros meses de vida, eso es, el apego.
3.La actitud de la familia frente al sueño y al niño.
Como hemos comentado con anterioridad, el apego constituye un elemento esencial en la función del sueño infantil. Durante sus primeros años, en función de los cuidados que recibe, el niño establece un vínculo afectivo con la persona que lo cuida la mayor parte del tiempo. Esta es una tendencia del ser humano a estar vinculado y unido a otros y constituye el “apego” (el niño se “apega” afectivamente a la persona que le trasmite seguridad)
Para establecer un buen apego, los padres deben percibir con precisión las señales que emiten el niño y responder a ellas de forma correcta y rápidamente. Mantener contacto físico frecuente con el niño, sin agobiarlo y dejarlo decidir, en lo que pueda, para que desarrolle su autonomía, sin ser excesivamente controladores.
Reglas para conseguir un buen sueño infantil
Para procurar un buen sueño infantil, deben observarse las siguientes reglas:
- El ambiente debe ser tranquilo y oscuro.
- Regularizar la hora diaria de acostarlo y levantarlo.
- Ambiente térmico agradable.
- Disminuir, en lo posible el ruido ambiental.
- Evitar acostarlo con hambre o con exceso de líquido.
- Enseñar al niño a dormirse sólo.
- Evitar la actividad vigorosa 1-2 h. antes de acostarlo.
- Evitar las siestas muy prolongadas o muy tardías.
- No potenciar la angustia buscando “fantasmas”.
- Evitar alimentos excitantes (colas, chocolates…)
Un sueño infantil reparador es básico para disfrutar de una buena salud, física y mental.
-Del Libro DUÉRMETE, NIÑO. EDUARD ESTIVILL-
Rafael Alonso Guerra. Psicoterapeuta.
Grupo DICTEA