Adolescentes y gestión de la ira

En la adolescencia los cambios físicos y emocionales conducen a un mayor desajuste en el control de las emociones. Sin embargo, hay que enseñarles a hacer una buena gestión de emociones como la ira.

Ser adolescente no es fácil; encontrar una identidad propia conlleva transitar un camino no exento de obstáculos. Ante esas dificultades, la ira vinculada a la frustración aparece de forma habitual. Por eso, una buena gestión de la ira les ayudará a resolver antes sus conflictos y entender mejor sus emociones ahora y en su vida adulta.

3 pautas para la gestión de la ira en adolescentes

En DICTEA consideramos fundamentales estas tres pautas para gestionar la ira en adolescentes:

  1. Aceptar la ira. Muchos padres tienden a educar en la represión de emociones. Sin embargo, esto no facilita un mayor control sobre uno mismo y una mejor gestión de la ira. Con el tiempo termina conduciendo a situaciones de ira incontrolada. Hay que propiciar un clima familiar en el que se hable y se muestren las emociones para favorecer el autoconocimiento.
  2. Ayudarle a cambiar de perspectiva. Cuando la ira aparece es normal perder el contacto con la realidad. No obstante, resulta fundamental volver a recuperarlo para hacer una revisión clara de la situación vivida. Hablarlo con otra persona aportará otra visión y un cambio de perspectiva. Esta pauta será de gran provecho para gestionar situaciones de ira en su vida adulta.  
  3. Indagar en las sensaciones físicas de la ira. El lenguaje corporal dice mucho de cómo nos sentimos. Si somos capaces de detectar ciertos signos en nuestro cuerpo, veremos de forma fácil si la ira aparecerá pronto. Una buena gestión de la ira siempre parte del autoconocimiento de uno mismo para aprender a canalizar nuestras emociones.
gestión de la ira en adolescentes

ayuda profesional para la gestión de la ira

A veces no es sencillo poner en práctica estas pautas que nos permiten ser emocionalmente inteligentes. En ocasiones, los adolescentes y/o los padres pueden consultar con un psicólogo infanto-juvenil que les asesore y acompañe en el manejo de emociones como la ira.  El profesional le ayudará a resolver y gestionar mejor las situaciones que le generan ira y a tener un mayor dominio sobre sí mismo.

Si tienes un hijo adolescente y quieres más información sobre psicología juvenil, te dejamos en este post de nuestro blog 7 claves para hablar con tu hijo adolescente.

Grupo DICTEA

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