Características de cada tipo de Eneagrama: La triada del instinto

 

La personalidad humana se desarrolla como una necesidad para acondicionarnos al mundo. A medida que el ser humano va contactando con su ESENCIA, (y eso ocurre muy poco tiempo después de nacer) crece en él una especie de vacío que irá llenando con los aspectos de la personalidad egótica, la cual según el ENEAGRAMA, son mecanismos, programas o estrategias de ataque-defensa que son automáticas e inconscientes. El EGO es una coraza que nos ponemos desde niños para que no nos hagan daño.

 

Como ya hemos venido explicando, en la organización del Eneagrama se conforman Tres Tríadas o grupos de tres Eneatipos. Cada tríada comparte hábitos emocionales y puntos de vista generales. Esta primera agrupación de tipos se fundamenta en los tres componentes básicos de la psique humana: instinto, sentimiento y pensamiento. Según la teoría del Eneagrama, estas tres funciones están relacionadas con «centros» sutiles del cuerpo humano, y la personalidad se fija principalmente en uno de esos centros.

En esta ocasión pasaremos a describir las características fundamentales de los eneatipos de la triada del instinto, los cuales están orientados a la acción y a la búsqueda de la supervivencia intentando dominar y controlar la realidad que les rodea.

 

TIPO 8: EL LÍDER

Los OCHO tienen miedo a ser débiles y compulsivamente son buscadores de poder. Desean la autonomía y se ven a sí mismos como personas poderosas, lo que les proporciona seguridad en sí mismos. Por ello su máxima tentación es la de ser autosufcientes. Su peor defecto es la lujuria entendiendo por esta, el deseo constante de control, dominio y expansión. Su mayor virtud es la inocencia y la templanza. Atacar para defenderse suele ser su comportamiento compulsivo por ello, su punto de alarma hacia la desintegración es creerse vengador de la justicia.

 

Personalidad dominante: Avasallador

 

TIPO 9: EL PACIFICADOR

El NUEVE huye del conflicto, es su máximo temor tener que separarse de alguien, desea la paz, todo para el NUEVE está bien, no hay por qué preocuparse. Se ve a si mismo como una persona tranquila, serena y relajada. Su mayor tentación puede ser la de olvidarse de sí mismo y buscar acomodarse al entorno como sea. La pereza es su peor defecto, esto no significa que los NUEVE sean holgazanes, más bien esta pereza alude al deseo de no dejarse afectar por la vida para evitar conflictos. Su mayor virtud se vuelve la autodisciplina de mantenerse alerta y despierto, consciente de si mismo y del ambiente en que vive. De manera compulsiva pasa de todo, para que nada perturbe su tranquilidad, por ello, su punto de alarma hacia la desintegración es la indolencia.

 

Personalidad dominante: Mediador.

 

TIPO 1: EL REFORMADOR

Los UNO tienen miedo a ser condenados por sus errores. Su compulsión se produce por el perfeccionismo y la rigidez hacia el control de sus reacciones. Poseen un fuerte deseo por mantener la rectitud y llevar la razón. Su autoimagen es la de una persona razonable con un alto sentido del deber. Como tentación tienden a ser auto comprometidos en exceso y a buscar la perfección en todo. Sus peores defectos son el del auto-rigor y la ira al ver que la realidad no es como ellos creen que tendría que ser. Su mayor virtud la sabiduría serena. Normalmente, el discurso que utilizan se produce desde la enseñanza y la moralidad. Su punto de alarma hacia la desintegración es la intolerancia.

Personalidad dominante: Perfeccionista.

 

En la próxima semana, vamos a compartir el contenido referido a los eneatipos de la triada del sentimiento, así conseguiremos crear por completo el tipo de personalidad de cada uno.