¿Por qué a los padres les cuesta tanto comunicarse con sus hijos adolescentes?
Todos sabemos que esta etapa de la vida es compleja y difícil (todos hemos pasado por ella, aunque ya nos quede lejos y no nos acordemos). Se trata de un periodo en el desarrollo que va desde los 10-12 años a los 18-19 años y donde se dan cambios significativos a nivel biológico, psicológico, sexual y social. Entre las características que presenta un/a adolescente esta el distanciamiento con respecto a los padres, que resulta ser normal y saludable ya que indica que el chic@ está afianzando su propia personalidad y está avanzando en su proceso de maduración.
Una de las preocupaciones más comunes de los padres de adolescentes es que les resulta casi imposible comunicarse con sus hijos, a menudo dicen: “es como si le hablase a la pared”, “no me cuenta nada”, “hay que sacarle las cosas con sacacorchos”,…y es que parece como si presentaran un mutismo selectivo, es decir como si eligieran o decidieran dejar de hablar en un contexto muy concreto, el entorno de los padres.
Por eso me parece importante dar algunas claves para que esta comunicación entre los padres y sus hijos adolescentes sea más fácil y eficaz. No debemos olvidar nunca que los adolescentes continúan necesitando el amor, el apoyo, los límites,… de sus padres. Es aconsejable que los padres tengan conocimientos sobre esta etapa vital, para que así puedan comprender mejor a sus hijos. A mí me gusta decir que los adolescentes son como una esponja, que reciben todo lo que sus padres les dice, aunque no lo reconozcan, y que cuando pase esta etapa de su vida se verá reflejado en su forma de pensar y comportarse. Los valores y los modelos quedan en el tiempo.
Propongo, pues, 7 claves para hablar con un adolescente, son estas:
- Hablar desde el respeto. Es fundamental que hablemos a nuestros hijos con el respeto que se merecen.
- Escuchar activamente. Sin juzgar, sin criticar. Esperar a que acaben de exponer lo que quieran decir para después dar nuestra opinión desde la tranquilidad.
- Expresar con claridad. Si no lo entiende, decírselo de otra manera. Explicar con argumentos y utilizar el razonamiento se hacen necesario en toda comunicación.
- No mentir. Los padres no deben tolerarlas ni usarlas. Las mentiras hacen perder credibilidad.
- Utilizar un lenguaje positivo. Las palabras deben estar llenas de optimismo y deben ser constructivas. Los hijos como cualquier persona necesita palabras de aliento, de confianza, de seguridad y de esperanza.
- Ser modelo. No debemos olvidar la fuerza que tiene el ejemplo que damos. Somos modelos para nuestros hijos.
- Estar de buen humor. Es una herramienta muy valiosa que favorece la creación de vínculos afectivos. Además de ayudar a percibir las situaciones desde otra perspectiva, evita las tensiones.
La comunicación entre padres e hijos es necesaria para el buen desarrollo de las relaciones afectivas entre ellos. Las familias deben evitar todo lo posible elsilencio, por lo que hay que buscar el momento adecuado para comunicarse, y crear el ambiente propicio para ello. Cuando un adolescente quiere contar algo urgente hay que escucharle, el día siguiente puede ser tarde, pudiendo enmudecer y dejar de expresar lo que quiere, piensa, inquieta, …
El adolescente necesita momentos de intimidad y de diálogo. Precisan ser escuchados y que sus planteamientos sean tenidos en cuenta. Están en una etapa en la que se lo cuestionan todo, necesitan encontrar respuestas sobre sus vidas, futuro, amistades, …y los padres les pueden ayudar a entender por el momento que están pasando. Cuando lo entienden se relajan.
Por otro lado no se debe olvidar que el requisito indispensable de toda comunicación es la confianza. Cuando se ha crecido en un ambiente de confianza y diálogo, de apoyo y afecto, la adolescencia no tiene por que distanciar la relación.
Y tampoco se debe pasar por alto que la comunicación es también un hábito, y cómo decía Aristóteles “adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos no tiene poca importancia: tiene una importancia absoluta”.